Adoro cuando ríes sin motivo alguno. Me encanta que cuando paseamos te juntes a mí, agarrándome la mano y mostrándome que estás a mi lado. Me encanta ver esos ojos que me vuelven loca y saber que el brillo de felicidad es por mi presencia. Nunca imaginé que tú fueses la persona que me haría tan feliz. Elegirme a mí... no me lo esperaba. Aunque seas un cabezón y siempre me tengas que llevar la contraria en todo lo que digo, aunque me hagas reír siempre por mucho que no quiero, aunque hagas cosas raras... Me encantas. Sí, eres la única persona que me ha dado la mano cuando me he caído, ayudándome a levantarme. Eres la única persona que me conoce realmente bien. Eres esa persona que me hace reír, y a veces llorar, pero siempre acaba arreglándolo agarrándome de la cintura y esperando a que me calme. Gracias por demostrarme que la felicidad se puede alcanzar. Gracias por estar día a día por y para mí. Otra vez más, te agradezco todo lo que haces por mí. Otra vez más te digo que eres la persona que más me ha apoyado. Y otra vez más te digo que espero que todo esto siga así, y si algún día cambia, que sea a mejor.

No hay comentarios:
Publicar un comentario